Breve biografía de Antoni Gaudí

Si has visitado Barcelona, seguro que has visto muchas de las obras de Antoni Gaudí. Sus edificios son únicos y reflejan la excepcional personalidad del reusense. Gaudí fue un genio de la arquitectura, pero también un hombre profundamente religioso y comprometido con su tiempo. Sus obras son una expresión de su fe, de su amor por la naturaleza y de su deseo de crear un mundo mejor. En este artículo, vamos a conocer a Antoni Gaudí, uno de los arquitectos más importantes de la historia. Vamos a descubrir su vida, su obra y su legado.

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Tabla de contenidos

• Nacimiento
• Infancia
• Estudios y juventud
• Carrera profesional
• Vida privada
• Muerte de Antoni Gaudí

Nacimiento de Gaudí

Antoni Gaudí nació el 25 de junio de 1852, en algún lugar de la comarca del Baix Camp (Tarragona, Cataluña). El sitio exacto de su nacimiento es motivo de controversia, ya que por entonces no existía el Registro Civil. La mayoría de los documentos de Gaudí, tanto de su época de estudiante como de su etapa profesional, lo sitúan en Reus, una pequeña ciudad cercana a Tarragona. Sin embargo, el propio Gaudí aseguró en más de una ocasión haber nacido en el «mas de la Calderera», una propiedad de su familia en Riudoms, pueblo situado a unos 5 km de Reus.

Lo que sí está claro es que el 26 de junio fue bautizado en la Església Prioral de Sant Pere de Reus con el nombre de Anton Placid Guillem Gaudí Cornet. Fue el quinto de cinco hermanos, de los cuales solo tres llegaron a la edad adulta (y él fue el único que pasó de los 35 años).

Infancia de Gaudí

La creatividad de Antoni Gaudí fue moldeada, en gran medida, por su entorno familiar. Durante más de cinco generaciones, su familia se dedicó a la manufactura de productos de cobre, con un enfoque particular en la elaboración de toneles masivos utilizados para destilar alcohol de uva en Tarragona. Gaudí reconoció que la percepción espacial que adquirió al trabajar con láminas de cobre forjado influyó en su visión del mundo, permitiéndole desde temprana edad concebir objetos en tres dimensiones en lugar de simplemente en un plano bidimensional. Esta comprensión de las formas como entidades maleables y casi escultóricas desempeñó un papel crucial en el desarrollo de su distintivo estilo arquitectónico en el futuro.

La infancia de Gaudí estuvo marcada por problemas de salud. Padeció reumatismo desde temprana edad, lo que contribuyó a su naturaleza introvertida y reservada. Más tarde, se convirtió en vegetariano y adoptó las teorías higienistas del doctor Kneipp. Estas creencias, junto con motivos religiosos, lo llevaron a someterse a rigurosos ayunos, algunos de los cuales pusieron en riesgo su vida.

Gaudí comenzó sus estudios en el parvulario de Francesc Berenguer, padre de uno de sus futuros colaboradores más importantes. Luego asistió a la escuela de los escolapios en Reus, donde destacó en dibujo, y colaboró con el semanario El Arlequín. Además, trabajó como aprendiz en la fábrica textil Vapor Nou de Reus.

Estudios y juventud

En 1868, Antoni Gaudí se trasladó a Barcelona para continuar su educación secundaria en el Convento del Carmen. Entre 1875 y 1878, Gaudí cumplió su servicio militar en Barcelona. Debido a problemas de salud, estuvo mayormente exento de servicio activo y pudo continuar sus estudios. Durante este tiempo sufrió la pérdida de su madre a los 57 años y de su hermano Francesc, de 25 años, quien era médico recién titulado y que falleció sin ejercer la profesión.

Gaudí inició su formación en arquitectura en la Escuela de la Lonja y continuó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, graduándose en 1878. A pesar de tener un expediente académico irregular y enfrentar varios suspensos, Gaudí destacó por su enfoque en sus propios intereses. Al otorgarle el título, Elies Rogent, director de la escuela, dijo: «Hemos dado el título a un loco o a un genio, el tiempo lo dirá».

Con el objetivo costear sus estudios, Gaudí trabajó como delineante para varios arquitectos y constructores, incluyendo a Leandre Serrallach, Joan Martorell, Emilio Sala Cortés, Francisco de Paula del Villar y Lozano o Josep Fontserè. Al recibir su título, Gaudí, con su característico sentido del humor, comentó a su amigo el escultor Llorenç Matamala: «Llorenç, dicen que ya soy arquitecto.»

Carrera profesional

Después de obtener su título, Antoni Gaudí estableció su despacho en el carrer del Call de Barcelona, donde concibió buena parte de su legado arquitectónico, reconocido hoy como Patrimonio de la Humanidad.

En 1878, Gaudí conoció a Eusebi Güell, un ferviente defensor de la industria nacional con un gran amor por las artes. Este encuentro marcó el inicio de una relación única, no solo como cliente y arquitecto, sino como amigos que tenían intereses compartidos. Esta amistad proporcionó a Gaudí la oportunidad de desplegar plenamente sus habilidades artísticas y embarcarse en una prolífica trayectoria profesional. Ambos mantuvieron una estrecha relación hasta la muerte del Güell en 1918.

Más allá de su conexión con Güell, Gaudí recibió numerosos encargos y planteó innumerables proyectos. Entre las obras maestras de Gaudí destacan la Torre Bellesguard, el Park Güell, la iglesia de la Colonia Güell, la Casa Batlló, La Pedrera y, por supuesto, la emblemática Sagrada Familia. A medida que estas estructuras cobraban vida, Gaudí experimentó un cambio personal notable. Aunque en su juventud disfrutaba de la vida social y los placeres mundanos, en su etapa de madurez, el arquitecto se retiró progresivamente, adoptando un estilo de vida más frugal y enfocándose intensamente en su conexión mística y religiosa.

Vida privada de Gaudí

Lo cierto es que la vida íntima del arquitecto reusense no tiene mucha historia. Gaudí nunca se casó y no tuvo hijos. Se sabe que se enamoró de una joven francesa cuando tenía 19 años y que tuvo un gran amor platónico: Pepeta Moreu. Moderna y liberal, esta mujer nacida en Mataró chocaba con él en cuanto a ideas políticas y religiosas, pero Gaudí no pudo evitar quedarse prendado de su inteligencia y su belleza. Gaudí llegó a declararse formalmente, pero Pepeta ya estaba comprometida y lo rechazó. Hasta donde se sabe, Gaudí no volvió a enamorarse nunca.

Antoni Gaudí: muerte accidental

Como es bien sabido, Antoni Gaudí murió de forma accidental, atropellado por un tranvía. El 7 de junio de 1926 Gaudí se dirigía a la iglesia de San Felipe Neri para rezar (como hacía casi a diario), pero al pasar por la Gran Via de les Corts Catalanes fue atropellado por un tranvía que lo dejó inconsciente. Gaudí, tomado por un mendigo (iba indocumentado y vestía de forma descuidada), no fue atendido de inmediato, sino que permaneció largo tiempo tendido hasta que un Guardia Civil paró a un taxi y lo llevó al Hospital de la Santa Cruz.

Gil Parés, mosén de la Sagrada Familia, lo reconoció allí a la mañana siguiente, pero ya nada se pudo hacer por su vida. Finalmente murió el 10 de junio de 1926 a la edad de 73 años. Dos días después fue enterrado en la cripta de la Sagrada Familia. Miles de personas acudieron a despedirse del genial arquitecto.