Eusebi Güell es una de las personas más importantes con las que se cruzó Antoni Gaudí a lo largo de su vida, hasta tal punto que no se puede entender la trayectoria profesional del arquitecto sin su influencia. ¿Quién era Eusebi Güell? ¿Cómo se conocieron Gaudí y Güell? ¿Cuántos encargos le hizo a Gaudí? Todas estas cuestiones y más las vamos a explicar en este artículo de VisitarSagradaFamilia.com. Sigue leyendo para conocer la relación especial del binomio Gaudí – Güell.
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Tabla de contenidos
- Biografía de Eusebi Güell
- Cómo se conocieron Gaudí y Güell
- Obras y encargos de Eusebi Güell
- Influencia de Eusebi Güell
Biografía de Eusebi Güell
Eusebi Güell nació el año 1846 y tuvo la desgracia de perder a su madre, Francesca Bacigalupi i Dulcet, unos pocos días después del parto. Se da la circunstancia que pasados tres años, el padre, Joan Güell i Ferrer, se volvió a casar con una hermana de Francesca llamada Camila. No pasó mucho tiempo hasta que la familia aumentó, ya que el año 1853 nacía Josefina. Pero por segunda vez la desgracia se cebó en la familia Güell, ya que Camila fallecería tres días después de dar a luz.
Eusebi Güell creció en el seno de una familia bien posicionada y muy rica gracias a los negocios en Cuba primero y después en Cataluña donde su padre fundaría varias empresas.
Desde joven mostró un gran interés por el estudio, la cultura y las artes en general, sin dejar de lado los negocios. Estudió Derecho, Economía y Ciencias Aplicadas y no dejó pasar la oportunidad de realizar múltiples viajes por Europa.
En su etapa adulta expandió los negocios familiares y fundó varias empresas con notable éxito a la vez que participó como consejero en algunas de las compañías de la familia de su esposa, Isabel López i Bru. Todo ello en paralelo a una activa vida política que lo llevó a ostentar diversos cargos; concejal del Ayuntamiento de Barcelona, diputado provincial o senador del Reino.
En su faceta de mecenas es conocido que brindó apoyo a artistas emergentes en distintas ramas artísticas (literatura, música,..) y participó en todo tipo de instituciones culturales, por ejemplo presidiendo los Jocs Florals o con el patrocinio de publicaciones de índole cultural como La Renaixença.
En estas notas biográficas de Eusebi Güell se entrevé una personalidad polifacética con múltiples intereses y una vida muy activa. Hay más todavía. Y es que junto a su esposa Isabel tuvieron nada más y nada menos que 10 hijos.
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Cómo se conocieron Güell y Gaudí
Para fijar el momento inicial de la relación entre Gaudí y Güell nos debemos trasladar a París, más en concreto a la Exposición Universal de 1878. Allí Eusebi Güell quedó sorprendido por la modernidad y la calidad de un expositor con vitrina que presentaba los productos de la Guantería Comella. Ya de vuelta a la ciudad de Barcelona se interesó por la autoría del expositor, obra del Taller Puntí con la colaboración del joven Antoni Gaudí.
Ese interés de Güell pronto se tradujo en unos primeros pequeños encargos para Antoni Gaudí: El mobiliario de la capilla panteón del Palacio de Sobrellano (del suegro de Güell) y los conocidos Pabellones de la finca Güell, a través del arquitecto Joan Martorell.
Las obras de Gaudí por encargo de Güell
Fruto de la confianza mútua y el entendimiento entre Eusebi Güell y Antoni Gaudí han quedado para la historia un buen ramillete de obras arquitectónicas en Barcelona y alrededores. Gaudí se puso al frente de varios encargos de Güell durante años hasta que decidió dedicarse en cuerpo y alma al gran proyecto de su vida, el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.
Pabellones de la Finca Güell
Situados en la antigua finca de la familia Güell en Pedralbes, destacan por su arquitectura fantástica y el uso del hierro forjado, como el célebre dragón mitológico de la puerta, símbolo del Jardín de las Hespérides.
Palau Güell
Obra maestra del modernismo temprano, este palacio urbano fue uno de los primeros encargos importantes del arquitecto de Reus. Todavía en la etapa orientalista de Gaudí, su innovador uso del espacio y la luz lo convierte en uno de los interiores más sorprendentes de la capital catalana.
Cripta de la Colonia Güell
Considerada un laboratorio de formas arquitectónicas, esta cripta inacabada es el germen estructural y simbólico de la Sagrada Familia. Allí Gaudí experimentó con geometrías complejas y técnicas constructivas avanzadas que posteriormente empleó.
Bodegas Güell
Este conjunto de edificios diseñados para la producción de vino combina funcionalidad y estética con un lenguaje formal muy expresivo, reflejo de la capacidad de Antoni Gaudí para amoldarse a una arquitectura más de corte industrial.
Park Güell
Concebido como una ciudad jardín, este espacio onírico es uno de los iconos del modernismo catalán y de los sitios más visitados en Barcelona. Gaudí funde arquitectura, paisaje y simbolismo cristiano en una obra maestra que invita a la contemplación y al paseo con el mar en el horizonte. ¿Sabías que Güell y Gaudí vivieron como vecinos muchos años en el propio Park Güell? Conocer de primera mano el Park Güell es una experiencia memorable.
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La influencia de Eusebi Güell en la trayectoria de Gaudí
La figura de Eusebi Güell fue determinante para que Antoni Gaudí pudiera desplegar toda la fuerza de su genio creativo. Entre ambos no se estableció una simple relación profesional entre arquitecto y cliente, sino una sinergia basada en la admiración mutua, el respeto, la confianza y una visión compartida del arte, la religión y la sociedad.
Güell, miembro destacado de la burguesía industrial y cultural catalana, comprendió desde el principio que Gaudí no era un arquitecto convencional. Le ofreció algo más que encargos: le ofreció libertad. Libertad económica, porque no le impuso limitaciones presupuestarias que coartaran su imaginación. Y libertad artística, porque confió en sus ideas, por radicales y novedosas que fueran. Esta combinación fue el caldo de cultivo perfecto para la innovación arquitectónica que Gaudí desplegó en proyectos como el Palau Güell, la Cripta de la Colonia Güell, o el emblemático Park Güell.
El impacto de Güell en la carrera de Gaudí va más allá de lo tangible. Fue el primero en ver en él a un visionario, cuando otros lo veían como un excéntrico. Sin Eusebi Güell, cabe preguntarse si existiría el Gaudí que hoy admiramos en la Sagrada Familia. De la misma forma que, siglos atrás, sin el impulso de Lorenzo de Médici hoy no podríamos admirar la pintura renacentista en Florencia de grandes artistas como Botticelli, Miguel Ángel o Leonardo da Vinci.
Eusebi Güell fue, en definitiva, mucho más que un mecenas: fue el catalizador de una de las carreras más singulares de la historia de la arquitectura. Y a la vez se puede afirmar que gracias a Gaudí el apellido Güell ha pasado a la posteridad como sinónimo de cultura y progreso.